Iberis sempervirens, L.

S. Castroviejo, C. Aedo, C. Gomez Campo, M. Lainz, P. Montserrat, R. Morales, F. Munoz Garmendia, G. Nieto Feliner, E. Rico, S. Talavera & L. Villar, 1993, Flora Iberica / Vol. IV: Cruciferae - Monotropaceae, Madrid: Real Jardín Botanico, CSIC : 280

8. I. sempervirens L. , Sp. Pl.: 648 (1753)

I. garrexiana All. , Auct. Syn. Stirp. Taurin.: 21 (1773)

Ind. loc.: “Habitat in Cretae rupestribus”

Ic.: Lám. 102

[sempérvirens]

Hierba perenne, de (10)15-25(30) cm, de hábito difuso. Tallos postrados provistos de vástagos cortos que terminan en rosetas foliosas estériles y de otros, floríferos, más largos; glabros. Hojas inferiores (10)15-25(35) × (2)3-5 mm, de espatuladas a oblongo-espatuladas, de ápice redondeado y margen entero; las superiores, algo menores; todas glabras. Inflorescencia en corimbo ± plano, a veces alargado, racemiforme y no muy contraído en la fructificación. Sépalos c. 2,5 × 1 mm, oval-oblongos, ± patentes en la floración, no persistentes en la fructificación. Pétalos c. 6 × 3 mm, oblongo-espatulados, blancos. Fruto c. 6 × 6 mm, de suborbicular a oval, alado desde la base, glabro o raramente con escasas papilas; lóbulos triangulares, erectos, agudos o subagudos, raramente redondeados; escotadura aguda; estilo ligeramente exerto. Semilla c. 3 × 2 mm, oval, áptera, escasamente mucífera. 2 n = 22.

Fisuras de roca caliza; 700-3000 m. IV-VI. Región mediterránea. Pirineos. And. Esp.: Ge Hu L. N.v., cat.: carraspic sempreverd.

Observaciones.– Frecuentemente cultivada en jardines y rocallas como planta ornamental. Las formas de cultivo suelen ser robustas; ocasionalmente se naturalizan.